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Messaggi Don Orione
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Autore: Flavio Peloso
Pubblicato in: Revista RUMBOS de Rancagua (Chile)

La revista RUMBOS de Rancagua (Chile) entrevistò al superior general de la Congregaciòn de Don Orione que atiende a personas con discapacidad severa en los Pequeños Cottolengos.

Caracteristicas del Pequeño Cottolengo


Entrevista a P. Flavio Peloso,

de  Nidia Valenzuela Quijada

 

 

Padre Flavio Peloso, Don Orione comenzó su hermosa labor acogiendo a niños. ¿En qué momento el trabajo con niños discapacitados llegò a ser un sello distintivo de su obra?

PF:    Mientras en Europa hacía estragos la primera guerra mundial, la Divina Providencia dirigía por el camino de la caridad de Cristo los pasos del sacerdote Luis Orione, que por aquel entonces - con la bendición del Papa y de los Obispos - trabajaba con su humilde congregación en la educación cristiana y social de la juventud más pobre y necesitada.

En el año 1915, abriò en Ameno (Italia) el primer asilo de caridad. A partir de esta casa, Don Orione inicia un nuevo campo de apostolado de caridad, para alivio de pobres y enfermos de toda clase. Casi sin darse cuenta, Don Orione fue abriendo una tras otra, casas de caridad, que no tardó en llamarlas "Pequeños Cottolengos", por devoción a San José Benedicto Cottolengo. Don Orione vino también en Chile, en enero de 1936. P. Gino Carradori, nuestro pionero de santa memoria, recuerdaba que en aquellos humildes inicios “se nos acercó el P. Alberto Hurtado y nos exhortó vivamente a seguir adelante con las iniciativas de caridad que nos habían sido encomendadas porque en Chile se las necesitaba mucho. Esto fue para nosotros un gran aliento”. Padre Hurtado mismo ofreciò un terreno a la Congregacòn.

En mas de 30 naciones del mundo, hoy, la Pequeña Obra de la Divina Providencia – nombre de la fundación -, desarrolla obras de caridad educativa, asistencial y pastoral. Los Pequeños Cottolengos y casas de caridad son las obras-símbolo de su carisma. En Chile tenemos instituciones en Santiago - Los Cerrillos, Pirque, Rancagua, Quintero, Los Angeles, Antofagasta y Iquique.

 

  ¿Cuáles son los fundamentos de este trabajo?

 PF: El fundamento evangélico es el testimonio de la caridad cristiana, que a través del servicio a los miembros mas débiles de la sociedad, conduce a Jesús y a la Iglesia , porque cada vez que hemos hecho del bien, se lo hemos hecho a El.

Don Orione , sensible a la misión de la Iglesia , durante todo el arco de su vida, advirtió la separación que iba creciendo entre la Iglesia y el pueblo, entre religión y sociedad, entre devoción y costumbres morales. Desde esta inquietud apostólica maduró la inspiración de nuestro Fundador. "Nunca como en nuestros tiempos - escribía en 1920 (¿y hoy?) - el pueblo estuvo tan separado de la Iglesia y del Papa; y he aquí cuánto es providencial que este amor sea despertado con todos los medios posibles para que vuelva a vivir en las almas el amor de Jesucristo. El ejercicio de la caridad alcanzará perfectamente su objetivo correspondiente a las necesidades de nuestros tiempos, que son precisamente este reconducir la sociedad a Dios uniéndola al Papa y a la Iglesia.

Justamente Juan Pablo II, al proclamarlo “santo”, habló de Don Orione como de un “estratega de la caridad”. Para él y para nosotros (Dios nos ayude!), las obras de caridad, como el Peque ño Cottolengo de Rancagua, tienen como objetivo proximo la ayuda qualificada a los mas necesitados y como finalidad ultima el hacer experimentar a los hermanos la ternura de la providencia de Dios y la maternidad de la Iglesia. "Las obras de caridad son la mejor apología de la Fe Católica – repetia Don Orione -. La caridad abre los ojos a la Fe y calienta los corazones de amor hacia Dios".

 

¿A cuántos niños discapacitados atiende la obra en todo el mundo actualmente y en qué países?

PF:       Dificil dar numeros, porqué la obra don Orione esta presente en 33 países, y hay distintas formas de atender a nuestros hermanos con discapacitad. Las personas con discapacidad atendidas en nuestros Insitutos son mas de 10.000 de las cuales: en Italia 4.500 (incluidas las actividades diurnas); alrededor de 600 internos en otras naciones Europeas (España, Suiza, Polonia y Rumania). En América Latina (Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay, Uruguay, Venezuela) son 4.700 de los cuales 530 en Chile. En Africa  son cerca de 500 y en Asia, Filipinas, 100. Todo esto sin tener en cuenta las numerosas residencias de ancianos, atendiendo a otras enfermedades y carencias de salud.

 

¿Sigue justificándose en países desarrollados (como Italia y Chile), en que el Estado podría asumir este problema, la existencia de Pequeños Cottolengos y otras instituciones religiosas similares?

El Estado deve asumir. Es su dever de justicia. No tememos desocupación. Nos ocuparemos de aquellos que no son atendidos, siempre demasiados, sobretodo en los paises mas ricos y desarollados. Ya Don Orione explicaba que “aquellos que tienen protección por otra parte, ellos tienen ya la providencia de los hombres, nosotros somos de la Providencia Divina , o sea, estamos para suplir a quien falta y agotó toda providencia humana”. Los chicos que estàn en Rancagua (170) o otros Pequeños Cottolengos estàn allì poqué no encuentran otro lugar de atención. Y muchos màs son lo chicos necesitados que estàn afuera, descuidados.

En paises desarrollados o menos, los Pequeños Cottolengos son de estimulo y de ejemplo para las leyes y las respuesta que el Estado tiene que dar. Estas obras tienen un reflejo civil, mirando al desarrollo humano integral de la persona con discapacitad, y, como decía antes, tienen un valor apostolico: “ dar con el pan del cuerpo el divino bálsamo de la Fe ”, segùn una expresiòn querida por Don Orione .

 

¿Por qué las instituciones de la Iglesia invierten mucho dinero en la manutención de estas obras, si claramente no van a reportar ningún beneficio económico?

 FP: Sabemos que para la Iglesia la promociòn de la vida, desde el nacimiento hasta su termino natural y pasando por todas las dificultades de la existencia, es un acto de culto a Dios, reconociendo en cada hombre una “imagen y semejanza de Dios”, un hijo de Dios, algo de “sacro”. Don Orione decía “ en el mas miserable de los hombres brilla la imagen de Dios ”.  La solidaridad, para un cristiano, es servir al hombre y a Dios, conjiuntamente. Por eso el magisterio y las instituciones eclesiales procuran servir y promover la vida.

 

El Estado puede garantizar medios físicos para la atención de los niños, ¿en la atención que les entrega la Iglesia , "qué hace la diferencia"?

 FP: No conozco la instituciones del Estado en Chile. La promoción humana de la Iglesia se esfuerza para ser completa, teniendo en cuenta los aspectos humanos, afectivos y espirituales, integralmente. Muchas veces, hablo de lo que conozco en otros Paises, a l'Estado resulta mas facil organizar instituciones prestadoras de servicios (médicos, educativos, de rehabilitación, etc) y menos de relaciones humanas. Para nosotros es primario el desafio de organizar la atención a las personas en todos sus aspectos materiales y espirituales, en un estilo de familia. Para hacerlo nececita una entrega, un cariño, una gratuidad que solo se alimenta en la caridad de Dios. Solo asì se pueden ofrecer relaciones y no solo servicios.

 

¿Esas son las diferencias que  trabajan los sacerdotes encargados de estas obras?

Sì, son nuestras caracteristicas y son nuestro empeño y conversión continua.

 

Finalmente padre, ¿qué mensaje puede enviar a los rancagüinos que confían y ayudan el Cottolengo que acoge a estos niños que necesitan cariño y dignidad? 

Don Orione decía a los amigos y bienhechores: “ la obra como es mía también es de ellos ”. Vale por el Cottolengo de Calle Baquedano. La ciudad y la Iglesia de Rancagua han heredado una historia preciosa de bien y de caridad. Actualmente, de los 1730 discapacitados mentales graves asistidos en Chile bien 530 se encuentran en casas de la Familia Orionina. Es una historia de Divina Providencia, escrita con la vita y el sacrificio de valiosos religiosos orioninos. Es una historia que vé como protagonistas muchísimos laicos y laicas colaboradores, amigos y bienhechores, cuyo nombres están en bendecidos junto a Dios y junto a los hombres. El libro de la Divina Providencia tiene muchas páginas escritas y muchas más que esperan para ser escritas. Ave Maria y adelante!

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