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Messaggi Don Orione
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Nella foto: Conte Grande 1934, il Legato Pontificio card. Eugenio Pacelli ed i partecipanti al Congresso Eucaristico Internazionale a Buenos Aires
Autore: Mela Facundo

“El Congreso Eucarístico Internacional de 1934 fue para los argentinos un acontecimiento transformador, comienzo de una vida cristiana más honda y comprometida en toda la nación”.

Don Orione llega por segunda vez a la Argentina (1934-1937)

 

Don Orione decide volver a América no sólo por pedido de sus misioneros, quienes le reclamaban su presencia, sino por una serie de acusaciones de parte algunos miembros del clero (no aquí en Argentina), quienes lo acusaban de oportunista, de mal administrador, de contraer deudas que no podría pagar, de ladrón de vocaciones, de imprudente, y de haber frecuentado una casa de mala vida.
En esos años, la dinámica del gran desarrollo de la Congregación, la gran cantidad de vocaciones, la multiplicación de obras y algunos problemas financieros, serán la razón por la cual Don Orione es mal interpretado.
Por otro lado, ante la posibilidad de que las acusaciones comiencen a apuntar también a la Congregación, Don Orione decide emprender este viaje a América queriendo mostrar así que la Congregación puede vivir sin él y buscando que se calme el clima adverso hacia su persona.
El 24 de septiembre de 1934 partirá desde Génova, en el "Conte Grande", junto con los padres Cerasani, Felici y Lorenzetti. Providencialmente, en ese mismo barco viajaban al Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires el cardenal Pacelli, Delegado Pontificio, varios obispos y muchas personalidades diplomáticas de alto rango. En dicho viaje el cardenal Pacelli le mostrará su gran estima y afecto.
Durante el viaje, Don Orione -que viajaba en tercera clase- no perderá la oportunidad de acercarse y evangelizar a sus compañeros de travesía, ganándose el nombre del “confesor del Conte Grande”. Al llegar el barco a tierras brasileñas aprovechará para una pequeña visita a sus misioneros.
La noche del 9 de octubre el "Conte Grande" arribará al puerto de Buenos Aires. El Congreso se inaugurará el 10 y concluirá el 14 de octubre. Don Orione, como él mismo escribirá, vive jornadas inolvidables, participando en aquel gran evento de la Iglesia Argentina.


El Congreso en los ojos de Don Orione
Don Orione ve al Congreso Eucarístico como un verdadero triunfo de Cristo. Será un espectáculo grandioso, que lo impactará muchísimo, como puede verse en sus cartas y discursos; será algo que perdurará en él, ya que lo citará muchas veces. Esto puede comprobarse, fácilmente, leyendo con cuidado las cartas escritas desde Argentina durante los meses posteriores al Congreso Eucarístico .
De una carta colectiva a sus religiosos, religiosas, seminaristas, ermitaños, etc., desde Victoria, el 4 de noviembre de 1934, a menos de un mes del Congreso Eucarístico, leemos:
"El Congreso Eucarístico fue un milagro; más de dos millones de fieles participantes sintieron que el Papa estaba acá, con nosotros, y que el triunfo de Nuestro Señor era, al mismo tiempo, un triunfo del Papa y de la Iglesia y de todo cuanto de social, de grande, de sobrehumano, de divino, la Iglesia y el Papa son, representan y proclaman. La grandiosa celebración pública de fe, de amor, de adoración a Jesús Eucaristía en la Argentina superó todos los Congresos Internacionales Eucarísticos que existieron y no sé cómo y dónde podrá ser superada; sólo el Paraíso puede ser mejor. ¡Hemos entrevisto y gustado por anticipado del Paraíso!".

Y en otra carta colectiva, saludando para la Pascua a los religiosos, religiosas, amigos, benefactores, alumnos, huérfanos, etc., desde Buenos Aires, el 19 de marzo de 1935, a casi seis meses del Congreso Eucarístico , decía:
“Asistí al Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires. ¡Un espectáculo inefable! Pude ver qué es y cómo es de grande la misericordia de Dios: más grande que los cielos.
¡Vi decenas de millares y millares de obreros, de robustos trabajadores, de jóvenes, florecientes de vida; médicos, abogados, oficiales, profesores universitarios, diputados, ministros, confundidos en columnas, confesarse en las plazas, a lo largo de los caminos, de las calles de esta gran capital! ¡Más de 200.000 hombres, como atraídos por un imán, en interminable torrente, avanzan compactos, orando, cantando y postrándose a los pies de Cristo!; adorar a Cristo, recibir a Cristo sobre la gran Plaza de Mayo, frente a la casa de gobierno de esta República Argentina.
En aquella plaza los he visto fraternizar, abrazarse en Cristo, jurar su fe, su amor a la Patria, ¡llorar de amor! ¡Fue un espectáculo único en el mundo!
¿Qué sentían? ¡A Cristo! ¿Quién estaba? Cristo, queridos hermanos; Cristo Nuestro Señor que resucitaba en esos corazones; estaba Jesús, estaba el Señor pasando por esta metrópolis y descendía junto a su pueblo. El Legado Papal exclamaba: '¡Pero esto es el Paraíso!”



Orador durante el Congreso Eucarístico
Durante el Congreso Eucarístico no sólo se realizaran las Asambleas Generales, sino también asambleas para seminaristas y por colectividades. Don Orione estará a cargo de una disertación para los participantes de lengua italiana en la parroquia San Carlos (Colegio Pío IX), de los Padres Salesianos, el 11 de octubre de 1934. Cabe también señalar que Don Orione era conocido de los salesianos de aquella época, muchos de ellos compañeros suyos del Oratorio.


Actividad realizada luego del Congreso Eucarístico
Para Don Orione el Congreso Eucarístico de Buenos Aires fue "el mayor triunfo que Nuestro Señor haya recibido en el Santísimo Sacramento", y sabía que el mismo traería muchos frutos, expresados por la gran cantidad de iniciativas, propuestas y obras de caridad surgidas luego del mismo.

Cuánto más, cuando las almas estaban inclinadas hacia la piedad, el bien, precisamente por la participación en los misterios de la Eucaristía. Y Don Orione era conciente de esto, como testimonia, el P. Dutto, quien estuvo junto al Fundador y anotó por esos días: "La inolvidable apoteosis del eucarístico ‘Dios con nosotros’ ha suscitado en los corazones fermentos divinos de amor fraterno. El terreno está, pues, preparado: es necesario sembrarlo...”.

Don Orione se ganará tan rápido la simpatía del pueblo argentino que el Nuncio Apostólico le preguntará cómo lo hizo, a lo que el Fundador contestará: “Excelencia, ‘un paso adelante y otro atrás’, con lo que quería significar que el pueblo argentino no es afecto a los apresuramientos y las aventuras, sino reflexivo y prudente; para que apoye una iniciativa debe estar bien convencido de su posibilidad y conveniencia; pero una vez que se compromete con una causa, no la abandona. Por lo tanto, se trataba de actuar con tacto y mesura y, sobre todo, de proponer iniciativas surgidas de necesidades reales".

La actividad realizada por Don Orione luego del Congreso Eucarístico se caracteriza por su intensidad y por una gran cantidad de propuestas que responden a las necesidades, reales, tanto espirituales como materiales, del pueblo argentino. Su actividad alcanzará todos los estratos sociales, desde los más pobres hasta la alta sociedad argentina, visitará incesantes veces a autoridades civiles y eclesiásticas, recibirá gran cantidad de ofrecimientos de parte de los obispos argentinos (especialmente de las diócesis recientemente creadas), dará conferencias, ejercicios espirituales, hablará varias veces por radio al pueblo, apariciones en los periódicos, y la apertura de casas, especialmente del Pequeño Cottolengo de Claypole.
Será recibido varias veces por el Presidente Justo, quien concurrirá también a la bendición de la piedra fundamental del cottolengo. Tendrá por benefactores a hombres y mujeres de la alta sociedad de la época. Luego, concurrirán a la inauguración del cottolengo de Claypole, en mayo de 1936, el Presidente y su señora, el Nuncio, los arzobispos de Buenos Aires y La Plata, el Embajador de Italia, miembros del cuerpo diplomático, diferentes funcionarios públicos y gran parte de la alta sociedad de Buenos Aires.
También se acercará a las multitudes más humildes, como los pescadores italianos del puerto de Mar del Plata, los obreros pobres del barrio de Pompeya, etc.
En una sociedad marcada por grandes diferencias sociales, fruto de la crisis del ’30, con una minoría muy rica y una mayoría muy pobre, Don Orione unirá a ricos y pobres por el vínculo de la Caridad.
Viajará a Mar del Plata a dar conferencias sobre el cottolengo, a Itatí, Chaco, Corrientes, Mendoza, Chile, lugares donde luego enviará a sus hijos.
Obispos, párrocos, superiores de otras congregaciones, oficiales de las FFAA, hombres importantes, abogados, ricos y pobres, lo buscaban para homenajearlo, visitarlo, confiarle alguna cosa, alguna necesidad, invitarlo a sus casas, a sus iglesias y colegios para celebrar misa, predicar, confesar, bendecir a un enfermo, predicar ejercicios espirituales, para contar con su presencia en una reunión, ofreciéndole la radio y un automóvil.

Don Orione es conocido por todo Buenos Aires y su fama de santidad es aclamada por el pueblo y por el clero. A modo de ejemplo, véase el testimonio del cardenal Pironio:
“He tenido la gracia de conocer personalmente, siendo seminarista en La Plata, a Don Orione. ‘Este sí que es un santo de verdad’, nos lo presentó el Arzobispo Monseñor Francisco Alberti de indudable fama de santidad. Nos hizo besar las manos de ese sacerdote humilde, pequeño, con los ojos bajos. No puedo olvidar su figura y la irradiación serena de su presencia. Los santos contagian e invitan a vivir con humildad. Pero el encuentro con un santo no queda en un momento. Se ahonda y se prolonga. Yo no puedo olvidar aquella mañana fría de agosto (era la fiesta del santo Cura de Ars) la irradiación del encuentro de dos santos: Monseñor Alberti (a quien yo le debía espiritualmente la vida y el sacerdocio) y Don Orione a quien veía por primera vez en su pequeñez de gran hombre. Mi vida y mi ministerio han tenido mucho que ver con la vida y la obra (con la pequeñez y la humildad) de Don Orione.”

Un providencial desarrollo de la Congregación en Argentina
Un ejemplo de la fecundidad de su obra es una carta al P. Pedro Migliore, del 10 de marzo de 1936, escrita en Claypole, cuenta lo que "Dios había hecho" a través suyo "en poco más de un año", de su estadía en Argentina:
“1) Casa de Noviciado y de aspirantado en Lanús;
2) Casa del Cottolengo en Avellaneda;
3) Cottolengo en Claypole, en terreno nuestro, 4 pabellones para albergue de necesitados, dos de $ 50.000, otros dos de $ 35.000, más la cocina de $ 25.000, más la primera iglesia a San José B. Cottolengo que se levanta en el mundo, además, ahora se refaccionará todo el nuevo pequeño pabellón, situado a la entrada, donde se hallará el asilo infantil para los niños de Claypole y la administración del Cottolengo;
4) la casa de Carlos Pellegrini;
5) el Colegio de San Bernardo, propiedad de la Congregación y $ 11.000 anticipados por los trabajos;
6) Santuario de Itatí, con escuelas mantenidas por nosotros;
7) Colegio con iglesia parroquial en Rosario, con 500 alumnos (todos de primaria);
8) se pagó la deuda de Victoria;
9) puesta en marcha de las escuelas de Victoria, San Fernando, Cuenca, Lanús, con maestros propios;
10) inauguración de las aulas y finalización del campanario en Mar del Plata, habiendo recibido $ 19.000 para el pago, de $ 22.000;
11) concentración de todos los clérigos y estudiantes de teología en Victoria, Lanús y Mar del Plata, para que estén bien formados y concurran a clase regularmente... ;
12) la Casa de Nueva Pompeya fue liberada de elementos internos extraños aunque buenos;
13) adquisición de una hermosa casa para nuestras Hnas. en San Miguel, con la plena aprobación del Arzobispo de La Plata y del Arzobispo Copello; la casa tiene terreno, y ya nos pertenece;
14) tratativas en curso para un instituto en Entre Ríos, donación de la señora María Unzué Alvear;
15) ya acepté dos nuevas casas en Mendoza, más un reformatorio, más 50 hectáreas de terreno fuera de la ciudad. Todo pasa a nuestra propiedad;
16) en mayo se inauguran dos casas en Santiago de Chile (Cottolengo chileno) y otra cerca de Valparaíso para la formación religiosa de los aspirantes chilenos y para la santificación del clero chileno. Y no es todo: ¡todo esto fue hecho por Dios, por la Divina Providencia!".


Así escribía Don Orione aproximadamente quince meses después de su llegada a la Argentina, buscando incentivar a sus hijos. Luego, su obra se extenderá hasta Uruguay y Chile. Arroja datos interesantes la comparación del desarrollo de la Congregación en su primera visita a la Argentina (5 casas masculinas y 3 de las hermanas), con la segunda.

Luego, estando él presente en Argentina, visitará Brasil. Fundará el 3 de enero de 1937, en las cercanías de Victoria, la capilla Santa Teresita , y en febrero de ese año enviará al P. Enrique Contardi a Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco, que será su última fundación, en vida, en Argentina, ya que el Abad Caronti, Visitador Apostólico de la Congregación, le pidió que suspendiese nuevas fundaciones.
Don Orione vivió esto con un gran espíritu de desprendimiento y seguro de cumplir la voluntad de Dios, como expresará en una carta al visitador, del 5 de mayo de 1937: “Con plena adhesión de mente, corazón y obra recibo el consejo, lleno de práctica sabiduría que su Excelencia reverendísima me da, de suspender nuevas fundaciones. ¡Deo Gratias!

Don Orione y la cultura católica: los Cursos de Cultura Católica
Don Orione no sólo participará de los Cursos de Cultura Católica, sino que también será invitado a disertar sobre temas religiosos y sociales, como “La divina providencia, la Iglesia y los pobres”, y “La renovación cristiana de la sociedad”.
En los cursos también se promovía la realización de ejercicios espirituales para intelectuales, literatos y profesionales. Don Orione será invitado al menos dos veces a predicarlos: “En 1934, los días 2 y 3 de Noviembre, y en 1936, los días 13, 14 y 15 del mismo mes, se realizaron los ejercicios espirituales bajo la guía del santo sacerdote Don Luis Orione”.
Don Orione también contribuyó económicamente para que fuese posible la presencia de Jacques Maritain, invitado en septiembre de 1936 por el Dr. Tomás Casares, director de los Cursos. Maritain visitó varias veces la casa de Carlos Pellegrini 1441 (hoy Casa Provincial), donde se conocieron con Don Orione.

Relación con el Consorcio de Médicos Católicos
Junto con esta institución y las Damas Vicentinas, Don Orione abrirá un consultorio para obreros de “cualquier tendencia”, en el Barrio de Pompeya (Buenos Aires) .
“Hoy se prepara a abrir un CONSULTORIO MEDICO GRATUITO PARA LOS OBREROS, en uno de los barrios mas pobrecitos, cerca de Nueva Pompeya... Estará dirigido y atendido por el CONSORCIO DE MEDICOS CATÓLICOS”.

Los caminos de la Providencia
Don Orione, como hombre de la Providencia, siempre tuvo una clara conciencia de la relación entre el Congreso Eucarístico y el desarrollo de su obra en Argentina, como él mismo expresará al pueblo argentino en un discurso pronunciado el 9 de octubre de 1936, en radio El Mundo :
“Amigos y hermanos en Cristo. Al pie de la gran Cruz del Congreso Eucarístico nació una humilde obra de caridad. Una obra que fue bendecida por el Eminentísimo Cardenal primado, por el Excmo. Señor Nuncio de Su Santidad y por el Episcopado Argentino, que fue confortada por los votos fervientes del pueblo. Es el Pequeño Cottolengo Argentino”.
Esta será la misma percepción que tendrán mucho de aquellos que lo conocieron, como por ejemplo el arquitecto Angel León Gallardo, quien expresará en un discurso: “ Sí desde que lo vimos partir el recuerdo de Don Orione nos acompaña, en este acto evocamos más intensamente que nunca la venerada figura que la Divina Providencia -especialmente pródiga con la Argentina- nos envió, en el año de gracia de 1934, junto con la Embajada extraordinaria, presidida por el actual Pontífice.
Entre los milagros del Congreso Eucarístico Internacional, debemos incluir -sin dudas- la visita de Don Orione y el establecimiento en nuestro país de la obra de los Cottolengos. Quienes hemos tenido la dicha de conocer y escuchar a Don Orione sabemos cuál era su elocuencia y el don -verdaderamente excepcional- de evocación que lo caracterizaba.” En estos testimonios -sólo una muestra de los muchos que dan cuenta de la presencia y la obra de nuestro Fundador- puede observarse cómo el Congreso Eucarístico le abrió a Don Orione las puertas del corazón del pueblo argentino y preparó el camino para la labor del Apóstol de la Caridad.
Por otro lado, Don Orione, como hombre de la Providencia, supo leer los signos de los tiempos y ver las necesidades de la época, aportando su audacia apostólica y su dinámica de la caridad. Pero, principalmente, su presencia y su ejemplo de santidad moderna.
Este hombre que llegó a nuestro país calumniado y dolorido, encontró en Argentina, su segunda patria, como solía llamarla, una campo fértil para su obra.


BREVE CRONOLOGIA DEL XXXII° CONGRESO EUCARISTICO INTERNAZIONAL. Buenos Aires, 1934

10 de octubre - Primera Jornada - Día de la inauguración
- Por la mañana, desde muy temprano, comenzará el arribo de la multitud de fieles, luego llegarán las autoridades civiles, eclesiales y militares, cerca de las 10 llegará el legado papal, y se leerá la Bula pontificia, que lo nombra representante del Papa, para el Congreso Eucarístico Internacional. Al finalizar esto, se celebrará misa de apertura presidida por el Arzobispo de Buenos aires, Mons. Santiago L. Copello.
- Al mediodía comenzará la desconcentración.
- Durante el resto del día, el Card. Pacelli, realizará una serie de visitas oficiales.

11 de octubre - Segunda Jornada
- Por la mañana, 110.000 niños recibirán la primera comunión en Palermo, siendo este uno de los actos más sobresalientes del Congreso. Para ello, se dispusieron cuatro altares, situados a los costados del monumento y celebraron simultáneamente los cardenales invitados . Al finalizar la misa, se hizo presente el Card. Pacelli, para contemplar la extraordinaria cantidad de niños, y conmovido hasta las lagrimas, exclamó: “esto es el paraíso”.
- Por la tarde, se realizo en Palermo, la Primera Asamblea General, a cargo de Mons. Pedro Pascual Farfán, arzobispo de Lima, que tuvo como tema: “Cristo Rey en la Eucaristía y por la Eucaristía”.
- Por la noche, tuvo lugar la llamada “noche de los hombres”, donde la multitud superó todos los cálculos, llenando la plaza de Mayo y todas las calles adyacentes. Estuvieron presentes todas las asociaciones católicas masculinas. A las doce de la noche comenzó la misa, en cuatro altares, alrededor de la Pirámide de Mayo, durando la distribución de la Eucaristía casi hasta el amanecer. Los cálculos oficiales hablan de cerca de 300.000 hombres.

12 de octubre - Tercera Jornada - Día de la Raza
- Por la mañana, celebrará la misa pontifical el obispo de Orihuela (España), Mons. Irastorza, conmemorando la “grande gesta católica en Ibero - América”.
- Por la tarde, a las 16, comenzará la Segunda Asamblea General, en el colegio el Salvador, donde el obispo de Madrid - Alcalá, Mons. Leopoldo Eijo y Garay, disertará sobre “Cristo rey en la vida moderna católica, especialmente en relación con la acción católica en su vida eucarística”.
- Alas 18.30, se realizará en el Teatro Colón, el acto conmemorativo por el día de la raza, con la presencia de autoridades, civiles, eclesiásticas y militares. Donde el Dr. Gustavo Martínez Zuviría, director de la Biblioteca Nacional, expresará que las raíces de Buenos Aires son católicas y españolas. Para finalizar, Mons. Isidro Gomá y Tomás, arzobispo de Toledo y Primado de España, disertará sobre la obra española en América.

13 de octubre - Cuarta Jornada - La consagración a la Santísima Virgen
- Es el día en que las fuerza armadas rinden homenaje a la Eucaristía, día en que los soldados con sus jefes, recibieron la comunión, y algunos el bautismo. Contando con la presencia del Presidente.
- Por la mañana, se celebrará la misa, en cuatro altares alrededor del monumento, y presidirán los distintos vicarios castrenses. Al final la celebración se hará presente el Card. Pacelli, quien saludará a las FF.AA.. Para finalizar el Gral. Fassola Castaño, dará un discurso emotivo.
- Por la tarde, en Palermo, Mons. Dr. Nicolás Fasolino, arzobispo de Santa Fe, pronunciara la Tercer Asamblea General, sobre: “Cristo Rey en la historia de América Latina y especialmente en la Republica Argentina”.

14 de Octubre - Quinta Jornada - Día de la Clausura
- Por la mañana, se creo una gran expectativa, por todo lo vivido los días anteriores, y grandes multitudes se congregaron para la solemne misa pontifical, celebrada por el Card. Pacelli, que comenzó a las 10. luego a las 11.44, se escucho por radio, la voz de Pío XI, quien bendijo a la multitud desde Roma.
- Por la tarde, se realizó la procesión de clausura por la Avenida Alvear, siendo esta un espectáculo imponente por el orden, la compostura y el recogimiento de la multitud.
- Alas 17 fue el apogeo, los cálculos oficiales hablan de 2.000.000 de personas.
- Luego de la procesión final, el presidente Justo, consagró el país a Jesucristo.
Los dos días siguientes, el Card. Pacelli visitó Luján y realizó una serie de visitas oficiales, inaugurando también el Ateneo de la Juventud. El 16 de octubre, por la noche, partió de retorno a Roma.


Bibliografía___________________________________

AA.VV. Álbum del XXXII Congreso Eucarístico Internacional – Buenos Aires – Octubre – MCMXXXIV, Editorial Álbum, Buenos Aires, 1935.
BIANCHI A., Don Orione e la America del Sud, pro manuscrito de la PODP, sin fecha de edición ni lugar.
DI STEFANO R., ZANATTA L., Historia de la Iglesia Argentina, Grijalbo, Buenos Aires, 2000.
ORIONE L., Lettere II, Postulazione della Piccola Opera della Divina Provvidenza, Roma, 1969
PAPASOGLI G., Don Orione, Buenos Aires, Guadalupe, 1989.
PELOSO F., Don Orione, Jacques Maritain y la Iglesia Argentina en los años treinta, “Criterio”, Noviembre 2000, p.628-632; también en Messaggi di Don Orione, Nro. 101, 2000.
RIVERO DE OLAZÁBAL, Por una cultura católica. El compromiso de una generación argentina, Claretiana, Buenos Aires, 1986.
ZAMBARBIERI J., “Quel viaggio sul Conte Grande verso l’Argentina con Pacelli allora cardenale e Don Orione” en Il Tempo, Roma, 2 de enero de 1985.
ZURETTI J. C., Nueva Historia Eclesiástica Argentina, Itenerarium, Buenos Aires, 1972.

 

 

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