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Messaggi Don Orione
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Nella foto: Da sinistra: Priscila Oliveira, Roberto Simionato, Giovanni Marchi, Ortensia Turati, Juan Molina, Flavio Peloso
Autore: Flavio Peloso
Pubblicato in: Aa. Vv., Laici con Don Orione. Tracce di cammino, Roma 1998, p. 31-44.

Estudio del P. Flavio Peloso presentado a l'Encuentro internacional “Instaurare Omnia in Christo” Movimiento Laical Orionino. Rocca di Papa, 10 de octubre de 1997.

 EN LAS FUENTES DEL CARISMA

*Cristo y su evangelio

*La Iglesia y su historia

*Indicaciones pedagógicas

 

Movimiento Laical Orionino

Encuentro internacional  “Instaurare Omnia in Christo”.
Rocca di Papa, 10 de octubre de 1997

Estudio del R P. Flavio Peloso

 

Premisa: Fidelidad al carisma de Don Orione

            El carisma es un particular camino de santificación y de misión en la Iglesia. Es una particular forma de seguir a Jesús.

            El carisma es un don de Dios, una comunicación del Espíritu vivo que tiene su fuente en Dios mismo. Don Orione tenía, y nos ha transmitido, una fuerte conciencia de “algo nuevo... bello” para dar a la Iglesia, era conciente de una originalidad espiritual y apostólica que necesitaba ser cuidada y desarrollada porque es don de Dios. Algunas de sus expresiones:

           “Nosotros debemos ser una legión fulminante. ¡Qué bello sería si la Santa Iglesia pudiera disponer de una legión fulminante para... Si no fuera de este modo, no era razonable que la Congregación naciese, si no hace algo nuevo y bello”.[1]

              Sabemos que la Iglesia nos quiere como debemos ser. Cada carisma es para el bien de la Iglesia; o es “aquel bien donado por el Espíritu, o no tiene razón de ser.

            Seremos útiles para el bien de la Iglesia si somos como nos ha querido el Espíritu, comunicado por medio de Don Orione, recibicdo y reconocido por la Iglesia.

            Juan Pablo II en su Mensaje, dirigido a la Pequeña Obra de la Divina Providencia, con ocación del 50° aniversario de la muerte de Don Orione, reclama la exigencia de fidelidad y de identidad espiritual en la vivencia de la vida consagrada.

            “Así como ‘es una ventaja misma de la Iglesia que los Institutos tengan una propia fisonomía y una propia función’ (Perfectae Caritatis 2), los animo, Hermanas y Hermanos queridos, a proseguir en este camino, resistiendo toda tentación de conformismo y comodidad,aunque fuera a costa de sacrificios.(...)

            La Iglesia nos quiere como el espíritu nos ha sucitado, porque sólo con “nuestra fisonomía en la Iglesia” tendremos una función y una utilidad propia. Este discurso, se ha hecho hasta ahora casi exclusivamente para los religiosos. Hoy, se hace también para los laicos llamados a “compartir el carisma” (VC 54)

            La vitalidad de la Familia orionina está dada por la fidelidad a Don Orione y a su espíritu. Don Orione mismo advirtió que “florecen las Congregaciones que mantienen el espíritu de la fundación”.[2]

            Fidelidad al carisma no significa repetitividad, formalismo, sino “capacidad de traer al hoy de la vida y de la misión del Instituto el ardor con el cual los Fundadores se han dejado conquistar por las inteciones originarias del Espíritu.[3]

            Solamente quien tiene clara y vivida identidad espiritual puede vivir el adaptamiento y los desarrollos en el tiempo y en los lugares, evitando tanto el materialismo de quien se fija en una forma del pasado, como el materialismo de quien cambia de una forma a la otra, pero sin la “propia alma”.

            Para eviatr una presencia amorfa, “vaga y ambigua” en la Iglesia, con escasa incidencia apostólica, la indicación fundamental es aquella de enraizarse siempre más fielmente en las “fuentes”, esto es en el alma espiritual, en el carisma de fundación.

            Toda la familia religiosa debe hundir sus raíces en el humus de los orígenes para tener vitalidad y desarrollo en las estaciones que cambian con el tiempo, para expresar nuevamente en el hoy de la Iglesia, “aquella misma genuinidad carismática, vivaz e ingeniosa en sus iniciativas, que destacadamente eligen los Fundadores”(MR 23f)

            En este andar “por las intenciones originarias del Epìritu”, la figura del Fundador adquiere un rol prioritario, fundamental, espiritualmente eficaz.

            Volvamos a nosotros. En el “mundo orionino” se ve estima, entusiasmo, devoción por Don Orione. Muchos signos lo revelan.

            ¿Qué tipo de relación tenemos con Don Orione? ¿Quién es Don Orione para nosotros?... ¿el santo para venerar?... ¿el modelo para imitar?... ¿el fundador para recordar?

            Sí, todo esto. Pero lo específico de los “hijos” es hacer revivir la experiencia espiritual que animó a Don Orione fundador, comunicada a sus primeros compañeros, y que constituye el carisma de la Familia Orionina. Juan Pablo II en su mensaje nos pide que seamos “la continuación viviente”.

            En nuestra imitación de Don Orione, en la tarea de compartir el carisma, no debemos hacer presente a Don Orione genéricamente, sino a Don Orione fundador, el carisma de fundación, que de él viene y va más allá de su persona y su tiempo. Es esto lo que hace falta individuar y vivir personalmente, en el propio estado o pertenencia: religiosos, hermanas, sacerdotes, ermitaños, contemplativas, laicos y laicas.

 

I. CRISTO Y SU EVANGELIO

            Inviduar el carisma: cosa simple y ardua al mismo tiempo como todas las cosas del Espíritu.[4] Vayamos a las fuentes.

            La acción del Espíritu en la vida de un Fundador se presenta como una particular iluminación que tiene por objeto el misterio de Cristo, el vivir de Cristo.[5]

            Todos los Fundadores pretendieron vivir a Cristo en su plenitud y además, al mismo tiempo, afirman querer-deber seguir un camino original, debido a una particular manera de ver a Cristo, su Evangelio, la vida espiritual.

            Fue muy fuerte esta conciencia de originalidad en Don Orione. Muchas veces en sus discursos y escritos lo dice: “Los Franciscanos... los Jesuitas... los Benedictinos, etc... y en vez nosotros...”[6]

            En la imitación de Cristo, un aspecto de su vida y de su ministerio adquiere mayor intensidad, esplendor, y con eso el Fundador edifica y “forma” la propia famiglia.

            El Fundador considera aquel determinado pasaje evangélico, aquel particular aspecto de Cristo, sobre el que ha sido atraído por el Espíritu, como “su” camino de seguimiento de Cristo.

            La particular acentuación que cada Fundador pone sobre un aspecto de la persona de Cristo oi ssobre una palabra del Evangelio, no es excluyente, sino incluyente, esto es ella se transforma en clave de lectura y de experiencia de todo el Evangelio, el ángulo visual (el foco en sentido óptico) para comprender y vivir a Cristo en su totalidad.[7]

            ¿Cuál es esta fuente evangélica en Don Orione que ha hecho fluir “una corriente de aguas vivas y benéficas que derrama su canales para regar y fecundar de Cristo los estratos más áridos y olvidados”? ¿Cuál es la savia que ha dado vida a la “planta única con muchas ramas”?[8]

            Para dar respuesta a esta pregunta fundamental, existe toda una convergencia de palabras, de ejemplos, de elecciones, de vida de Don Orione, que no deja lugar a dudas.

            Sin embargo, los documentos de Don Orione más claros y competentes en la formulación de su carisma, son sin dudas aquellos que él mismo preparó para presentar su Fundación a la Iglesia en vista de su aprobación.

            Se trata de la carta del 11 de febrero de 1903, con la cual Don Orione, después de haber reflexionado y meditado, presenta al Obsipo diocesano Mons. Bandi el  Plan y el Programa de la Pequeña Obra de la Divina Providencia.[9]

            Digamos algo del Plan y del programa de 1903. En este documento, Don Orione parte de la amplia visión de la “obra de la Divina Providencia que consiste en el instaurare omnia in Christo”. Dice luego que “es propio de este intituto el coadyuvar, en su pequeñez, a la obra de la Divina Providencia” para “instaurae omnia in Christo”. La suya es una “Pequeña” Obra de al Divina Providencia.

            ¿Cuál es el aspecto particular con el cual él y su Familia, ve, imita y sigue a Cristo? Lo dice claramente: “Nuestro Señor Jesucristo designó propiamente que el Beato Pedro debía hacerse siervo de los siervos de Dios, y sobre él fundó la Iglesia, y a él le dió la unidad del gobierno visible  para que acercase siempre más los hombres a Dios”.

            Toda la imitación de Cristo por Don Orione pasa por aquí: seguir a Cristo que confía a Pedro, y al Papa, la cohesión visible  de la Iglesia, llamada a ser instrumento de cohesión y de salvación de toda la humanidad. Esta es su fuente evangélica, cristológica: “Cristo que vive en la Iglesia, y la Iglesia que vive ‘en’ Pedro, en el Papa”

                       “Nuestro mínimo Instituto,...reconociendo en el Romano Pontífice el eje de la obra de la Divina Providencia en todo el universo...” de esta fuente desciende después el “programa” propio de vida y de acción:
            -”Cumplir la voluntad de Dios en la voluintad de Pedro, el Romano Pontífice”;
           -”consagrarse a difundir y acrecentar con toda clase de obras de misericordia, en el pueblo cristiano, un amor dulcísimo al Vicario de Cristo en la tierra, el Sumo Pontífice, Sucesor del Bienaventurado Apóstol Pedro -evangelizando especialmente a los pobres, a los pequeños y a todos los que padezcan algún dolor-, con el propósito de ayudar a consolidar la unidad de los hijos con el Padre, dentro de la Iglesia; y restablecer, hacia afuera, la unidad desgarrada con el Padre.”

            Es interesante notar los tres círculos de la acción unificadora indicada por Don Orione en su “Plan y programa”:

           1° ámbito interno de la Iglesia: cooperar para reforzar, dentro de la Iglesia, la uniodad de los hijos con el Padre (y luego especificará... los pequeños, los pobres, las humildes clases trabajadoras, el pueblo...)

            2° ámbito ecuménico: “y hacia afurera restablecer la unidad desgarrada con el Padre”, esto es, trabajar, orar, sacrificarse por la plena unidad de las “Iglesias separadas”

            3° ámbito misionero mundial: “llegue a todos y en todo lugar la caridad suavísima del Corazón de Jesús, y por ella los pueblos y las naciones establezcan un justo ordenamiento sobre la tierra, y vivan y prosperen en Nuestro Señor Jesucristo Crucificado: Instaurare Omnia in Christo.”

            Y finalmente, casi resumiendo y para eviatr toda duda Don Orione declara: “Este fin - unir al Papa para instaurar omnia in Christo - es propio de nuestra vocación.”

            Este es el núcleo más interno, original y originante de su y nuestro carisma.

            ¿Cuál es la página del Evangelio típica del carisma de Don Orione, de3 la cual., nosotros los orioninos hacemos exégesis viva, traducción de vida en la Iglesia?

            -Mt 9,35-10,8: Jesús, en misión de salvación predicando y curando toda enfermedad, siente compasión de la multitud cansada, extenuada, dispersa como ovejas sin pastor. Como respuesta, Jesús llama a los Apóstoles, funda la Iglesia, y les manda unificar losa pueblos, predicando el Reino y realizando obras de caridad.

            -Mt 16, 16-19: Jesús da el primado y el servicio de cohesión de la Iglesia a Pedro.

            -Jn 17: La oración de Jesús: ¡Que todos sean uno!

            -Mt 28 19: Cristo resucitado confía la misión a los Apóstoles.

 

II. LA IGLESIA Y SU HISTORIA

            El espíritu imprime interiormente (printing), estampa en el Fundador uno de los rasgos del rostro y de la misión de Cristo, llevándolo a revivir aquel determinado valor evangélico del cual se apasinona y sensibiliza.

            Pensemos, en este punto, en la sensibilidad de Don Orione por la misión confiada por Cristo a Pedro, por la unidad de la Iglesia, por el rol del Papa. Es algo como... “concentrado”. Esto lo lleva a una particular sensibilidad-capacidad de intuir, ,las varias urgencias de la Iglesia, de leer en profundidad sus lados débiles, sus necesidades, sus posibilidades de darles respuestas.

            El Espíritu, con su don , hahecho sensible a Don Orione a la llamada que nace de las situacines históricas en las que vive la Iglesia y que constituyen la “posibilidad” o el “obstáculo” a su misión... o cualquier “necesidad”.

            El Fundador, cada Fundador, inmerso en Cristo desde su visión particular que es también todo el Cristo (“unir al Papa y a la Iglesia, para instaurar omnia in Christo, mediante las obras de caridad”), inmerso en “su” Palabra, que es también todo el Evangelio (“Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”), mide y responde desde allí, a los hechos y a las situaciones.

            La obra y la acción a la cual Don Orione da vida se revela así una respuesta evangélica a determinadas urgencias para el bien-ser de la Iglesia, Cuerpo de Cristo. Es un “reconstituyente eclesial”.

             ¿Cómo se desarrolla esta segunda fuente de nuestro carisma de fundación?

            Don Orione experimenta fuertemente el “Cristo que vive visiblemente en el Papa” (tanto que prefiere los títulos de “Vicario de Cristo” y “Dulce Cristo en la Tierra”); siente como “suya” la palabra de Jesús: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16, 16-19), y también: “Id, y predicad que el Reino de los cielos está cerca, curad a los enfermos, resucitad los muertos, sanad a los leprosos, expulsad a los demonios. Gratuitamente habéis recibido, dad también gratuitamente” (Mt 10, 7-8).

            Por otra parte, en su época de fines del siglo XIX, en el tiempo de la cuestión social, también en el modernismo, en el fascismo, en sus viajes a Sud América... ve uyna Iglesia necesitada de cohesión interna y de intradependencia apostólica frente a tantos problemas y hechos nuevos hacia los cuales Don Orione tiene una grandísima atención. Es consecuencia de su sensibilidad carismática.

            Èl se interesó  activamente por los programas sociales, políticos, económicos, pedagógicos y también agrícolas. Percibió y afrontó algunos probvlemas cruciales de su tiempo:

            *La justicia en el mundo obrero: “Trabajadores y trabajadoras, ha sonado la hora de vuestra revancha”[10],

            *La igualdad y la dignidad de la mujer en la sociedad: “Confesémoslo abiertamente, nosotros los católicos hemos tratado el feminismo con una ligereza deplorable”[11],

            *La promoción de las razas y categorías del pueblo discriminadas: “Quisiera dar comienzo a una familias de hermanas negras... en cuanto a los sacerdotes negros, es una obra de justicia con respecto a ellos.”[12]

            * El Ecumenismo: “Esta obra de la unión de las Iglesias separadas, me parece siempre obra de caridad, y también reparación de parte nuestra”[13]

            *El avanzar de la democracia: “La democracia avanza con nuevas necesidades y con nuevos peligros. No tengamos miedo, y seamos, sin embargo, por caridad, gente de gran fe , y capaces de ayudar grandemente, si queremos ser la gente de nuestro tiempo. La democracia avanza, acojámosla amigablemente, llevémosla a su cauce, cristianicémosla en sus fuentes, que son la juventud...”.[14]

            *La preferencia por las clases pobres, populares de la Iglesia y la necesidad de una pastoral interdependiente: “La Congregación es para los pobres, sólo para los pobres y los más pobres. Digo esto e insisto para trazar el surco. Y no es la primera vez. Si no sucederá que se hará un desierto alrededor de al Iglesia. La Iglesia siempre ha cuidado a los pobres y el pueblo cree que la Iglesia es su madrina. La sociedad se orienta en sentido popular...”[15]

            Son justamente las “necesidades” de la Iglesia, las que lo inspiran (segunda fuente) y hacen creativo y activo -a él y a su Congregación- para “ayudar a reforzar, dentro de la Santa Iglesia, la unidad de los hijos con el Padre, y en lo externo, restablecer la unidad rota con el Padre”[16], “y esto con el apostolado de la caridad entre los pequeños y los pobres, mediante aquellas Instituciones y Obras de misericordia más aptas para la educación y formación cristiana de los hijos del pueblo y conduciendo las multitudes a Jesucristo y a su Iglesia.”[17]

                       Hagamos todavía una observación más.

            Estas fuentes de inspiración (el valor evangélico y la necesidad de la Iglesia) son permanentes. Inspiraron a Don Orione en su concreto contexto histórico italiano (y un poco sudamericano) y nos inspiran a nosotros, prtximos al 200, presentes en tiempos diversos y en diversas naciones. El valor evangélico que compartimos (la misión de cohesión del Papa y la Iglesia) y las necesidades de la Iglesia (divisiones, mortificaciones internas y externas, nuevas posibilidades) no están ligadas a la geogrfía y al tiempo, sino a la vida de la Iglesia misma.

            Nosotros los orionitas de hoy, religiosos y laicos, como Don orione ayer, y los orionitas de mañana, estamos llamados a vivir este carisma que nos hace sensibles a cuanto lastima a la Iglesia, o frustra la misión de cohesión visible desarrollada por el Papa en el Instaurare omnia in Christo... y a darle respuesta como persona por los caminos posibles, y como Congregación, por el camino trazado por Don Orione: mediante el ejercicio de las obras de caridad hacia los pequeños, los pobres y el pueblo.

            Como conclusión de este discurso, debemos subrayar cómo la eperiencia particular del espíritu (carisma) inspiró todo el modo de vivr la vida religiosa de Don Orione. Don Orione vive toda su vida (pobreza, castidad, obediencia, comunidad, apostolado, formación, etc.) a partir de aquel

            “Confiados en la Divina Providencia, colaborar para llevar los pequeños, los pobres, el pueblo a la Iglesia y al Papa, para ‘Instaurar omnia in Christo’ mediante el ejercicio de la caridad”.

            También nosotros, hoy, debemos ver y proyectar nuestra vida de religiosos y laicos apartir de este carisma. El carisma -para un ‘hijo de Don Orione’- no es un elemento accesorio, “personalizante”, como los “opcionales”; no es un apéndice de acxtividad y de devoción en medio de tantos otros. Es mucho más: el carisma es el proyecto mismo con el cual se forma y se constituye armónicamente nuestra identidad de cristianos religiosos, sacerdotes, hermanas o laicos que somos.

            Por lo tanto, podemos argumentar que el Movimiento Laical Orionino tendrá vida, tendrá proyecto, tendrá movimiento en la medida en la cual sea inspirado y formado por el carisma orionino.

 

III. INDICACIONES PEDAGÓGICAS

            1.Resistencia a los empujes sociológicos, al conformismo, sea al conformismo del mundo (“no se conformen a la mentalidad de este muno”) como sea al conformismo religioso (estilos, valores, apostolado, espiritualidad, formación, etc.) ¡Nosotros no debemosser como los otros! y esto no e spor una originalidad humana, por exibicionismo, sino por fidelidad a la originalidad del Espíritu.

            El Papa y el Magisterio nos lo piden. Valen para todos las palabras de Juan Pablo II: “Así como ‘es una ventaja misma de la Iglesia que los Institutos tengan una fisonomía propia y una propia función’ (Perfectae caritatis 2), los animo, Hermanas y hermanos queridos a proseguir en este camino, resistiendo toda tentación de conformismo y acomodamiento, aunque sea a costa de sacrificios.”[18]

            2.¡Evitar una lectura ideológica y fundamentalista de Don Orione! Cada uno tiende a percibir de Don orione, figura grande y compleja, los aspectos más afines a los propios carcateres de vida, a los propios gustos, a la propia situación. Es esto también un enriquecimiento. Pero se necista evitar una lectura ideológica de Don Orione, tanto más fácil por el hecho que es un santo “explosivo”, un corazón sin fronteras, un santo que ha dicho, escrito y hecho “de todo. Es fácil buscarse en Don Orione a si mismo...ver en él lo que se vive y “hacérselo” decir. Se necesita convertirse a Don Orione. ¿Cómo hacer? Nos ayudan las siguientes indicaciones.


            3.Conversión “espiritual” a nuestro carisma

            Se trata de ir al “alma” de su y nuestra identidad. Antes de copiar una frase o un particular de Don Orione, se trata de buscar vivr la experiencia de Cristo y de la Iglesia como Don Orione: éste es nuestro “para qué”, el nuestro “como” en la Iglesia. No otro. Es el “alma” (el carisma) que da forma y desarrollo al espíritu y al estilo orionino en todas sus dimensiones: piedad, formación, vidad personal, clima en familia, estilo profesional, compromiso eclesial, etc. Estar en un Movimiento significa estar en conversión espiritual, sobretodo, y luego organización, asociación, proyecto, iniciativas en la sociedad.

            Para realizar esta conversión espiritual se necesita sintonizarce con Don Orione estudiando su vida, leyendo sus enseñanzas,rezándole en las circunstancias de la vida. El “espíritu” se transmite por contacto.


            4.Tres condiciones para ser  “el Fundador hoy”

            El espíritu orioninofue encarnado por Don Orione hasta el 12 de marzo de 1940. Luego, continuó viviendo en su Pequeña Obra de la Divina Providencia (religiosos sacerdotes, hermanos, ermitaños, hermanas activas y contemplativas, laicos consagrados, asociaciones y seguidores de distinto género) Es el conjunto de la Familia Orionina el “Fundador hoy”. Para conservar y reavivar el espíritu, por una parte se debe mirar para atrás, a Don Orione y sus enseñanzas, y por otra es necesario mirara el hoy y el futuro. El hoy es fuente de “nuevos” desarrollos. Ahora, agregamos tres condiciones para ser fielmente el “Fundador hoy”

            I - la santidad personal: nos hace más simpáticos, intuitivos, con-sanguíneos (o con-espirituales), con-sonantes con Don orione. Si el espíritu vive en nosotros (=santidad), “el Espíritu habla a nuestro espíritu.”

            II - la encaranción concreta, solidaria con la Iglesia y la sociedad de nuestro tiempo. Los tiempos pasan nos interpelan y desarrollan la potencialidad de nuestro carisma orionino. Si no invertimos nuestro “talento”, seremos conservadores aburridos, aparentemente preocupados, pero sutancialmente perezosos e inútiles... como reprochó aquel patrón del Evangelio.

            III - la comunión con la Familia Orionina, porque un carisma de fundación es siempre dado a una comunidad, y no a un individuo solo. También Don Orione decía “yo sólo soy el primero, llamado por la misericordia del Señor”. La comunidad (grupo, asociación, Familia orionina) es el lugar de la custodia, del discernimiento, y del desarrollo del carisma orionino.
 

            5. ¿Cómo transmitir el carisma a otros?

            Como en una famiglia, el generar hijos es fruto y también causa de vitalidad, así sucede también en una familia espiritual como pretende ser el Movimiento Laical. Existen evidentemente dinamismos diversos. Es el Espíritu Santo el que transmite al “corazón” de las personas... el espíritu orionino. Pero todos nosotros, laicos y religiosos, con el ejemplo y la palabra podemos hacer que los ideales que están en nosotros se reconozcan, se consoliden, y puedan transformarse en un camino común con otros

            Una ideología es enseñada, una buena administración es publicitada, un ejército es enrolado... ¡perouna espiritualidad es testimoniada!: ¡es la vida que engendra vida!

            Junto al testimonio será útil estudiar y hacer referencia a algunos avlores orioninos y laicales, claros y comunes. Como los religiosos tienen una síntesis de su “forma de vida orionina” en las Constituciones, así también el Movimiento Laical Orionino será ayudado en su conversión a Don orione por la “carta de comunión”, que despacio y juntos, se irá elaborando.

 

            Conclusión

            Tenemos todos conciencia de estar viviendo un momento importante para la vida personal y para la historia de la Familia Orionina. El Movimiento Laical Orionino responde a repetidas llamadas del Papa dirigidas al clero, a las Congregaciones religiosas y a lòos laicos mismos, a fin que sea favorecido el protagonismo laical en el mundo secularizado de hoy.

            Juan Pablo II, hablando a los orioninos, ha dicho:”Una sociedad como la nuestra, que por una parte tiende casi orgullosamente al materialismo de la vida, mientras por otra parte siente el vacío y el ansia de Dios, necesita testimonios del misterio, necesitas de signos vivos del Evangelio, como Don Orione, testimonios y signos vivientes de Cristo en el mundo de hoy; apóstoles valientes, abiertos a las perspectivas misioneras que animan la familia de los creyentes”.[19]

            Los laicos están en la frontera de la evangelización y de la construcción de la sociedad. O serán una parte en movimiento , o la Iglesia sufrirá de entropía.  “¡Fuera de la sacristía! La frase que Don Orione recoge de León XIII y que transmite como línea de acción, es recibida hoy por los laicos con nueva actualidad, para  “ser una levadura, una pacífica fuerza de cristiana renovación”. (Don Orione)

            ¡Deo gratias!

 


[1]Parola (12/2/1938)

[2]En Villa Moffa, 15/8/1938

[3]Religiosos y pormociòn humana, n° 30.

[4]Cfr. el ya citado libro de F. CIARDI.

[5]Por lo tonto, ningùn dualismo concurrente entre Cristo y... el fundador.

[6]Parola (2/1/1938) y Parola X, 189 -190

[7]Por lo tanto ningún dualismo concurrente entre evangelio y... carisma

[8]En Camino con Don Orione, p 322

[9]Otros documentos igualmente importantes, en losa cuales Don Orione compromete su “autoridad” carismática, son el Encabezado de las Constituciones dfe las Hermanas, 1935, y el de los Hijos de la Divina Providencia,1936

[10]En el nombre...,32

[11]En el nombre...,36

[12]SDO 2, 113-117.

[13]Scr 97, 5. Del esfuerzo ecuménico dice que “es amor práctico a la Iglresia, del que había necesidad”, (Scr 18, 123). La pasión por “la unidad con el Beato Pedro de las Iglesias separadas” es parte integrante del programa orionino, estápresente en todos los textos de las Constituciones y en las actuales Constituciones de los FDP: art. 8, 48, 63, 120 y norma 4.

[14]Carta del 18/1/1905, en En la primera fiesta jubilar..., p. 15

[15]Reuniones (27/8/1937), 179

[16]Lettere I, 16

[17]El encbezado de las Constituciones (22 de julio de 1936), n° 3. En unas notas de uno de losprimeros secuacesa de Don Orione (Don C. Garbarino) encontramos esta descripción del hilo conductor de la Congregación, que él tomó ciertamente de las palabras de Don Orione mismo. “En un primer tiempo el nombre de la Congregación debía ser HIJOS DEL PAPA; fue Pio X, para que no se hiciesen reparos, quien sugirió el nombre que llevamos... Nosotros, a través de los escombros de la sociedad, buscamos que no se rompa, sino que se alimente la unión, el amor al Papa. Esto -los escombros- debe ser nuestro hilo conductor. Vivimos en un tiempo en el cual la autoridad de los obispos es venida a menos. Nosotros debemos buscar de estrecharnos a los mismos, en unión y santa obediencia al Papa...” Don Orione II p.479

[18]Mensaje de Juan Pablo II por el 50 aniversario de la muerte de Don Orione

[19]Discurso al Capítulo General del los Hijosa de la Divina Providencia (1992), o.c.

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